Naranjito terminó en un
campo de concentración. Sin color y exprimido. Un juguete roto. Un símbolo de
la España feliz, que soñaba con un futuro próspero, entre rejas y moribundo. No
lo sé seguro, pero se rumorea que le delató Citrón. Igual fue por dinero. El
optimismo de aquella mascota kitsch nos vendría de maravilla en estos tiempos
negros y hondos como minas cerradas. El otro día iba caminando por la ciudad a
sellar el paro y me crucé con Frodo, Sam y Gollum deambulando. Si es que
vivimos en Mordor. ¿Queda cerca el Monte del Destino? Me parece que pararon las
obras, les respondí. La burbuja inmobiliaria o una denuncia de los ecologistas.
Ni Saurón recortaba tanto a los orcos, que tenían armadura y soldada asegurada,
aunque ganaban las mismas batallas que los indios de John Wayne.
La gente se imaginaba el siglo
XXI con robots bailarines que fregaban los platos y planchaban y resulta que
vamos a pegarnos en las gasolineras como en ‘Mad Max’. Ni aunque tengas el
dichoso robot doméstico… ¡si no puedes ni conectarlo a la red eléctrica porque
vale un dineral! El déficit energético, afirma algún tontolava con corbata. No,
es la Alianza de Civilizaciones y el chuletón de Contador. En los tiempos de
vacas gordas se construían rotondas como setas, a los empresarios -ahora les
llaman emprendedores, mañana corsarios, o sabe dios qué otra chorrada. les
dejaban un pastón. Era hacer la O con un canuto y con cuatro obreros. Ahora
cómete las rotondas, las aceras o los edificios multiusos del plan E. A nadie
de la corbata se le ocurrió construir algo que subsanase el déficit energético
o que tuviera una utilidad real, no para el bolsillo de dos.
Se me ocurre una solución
de urgencia. Cambiar a Mariano Rajoy por Vicente del Bosque y que Pepe Reina
presente las ruedas de prensa de los Consejos de Ministros. Tal vez haya que
poner a nuestros dirigentes puntos como los de la DGT porque alguno se quedaba
sin carné a las dos semanas. Todo el mundo me dice que debo ser optimista y
consumir como loco, supongo que compraré armas y un refugio antinuclear en
Benidorm, pero resulta que solo veo centrocampismo político. El PP y el PSOE
han resultado ser lo mismo, una especie de PPSO o Pepepótamo sáurico. Un
diplodocus anclado en sus propios intereses. Las soluciones, ni las atisban. Da
igual que salgan datos como que España es el país con más coches oficiales del
mundo, con más políticos por habitante… Da igual. Somos campeones del Mundo y
de la Eurocopa. Eso lo explica todo. Como si Navas o Pedrito corrieran la banda
en coche oficial. La salida pasa por las reformas estructurales. Ya han recortado
en sanidad, seguridad y en educación y no llega. Era justo lo que menos
deberían haber tocado. Tienes que ahorrar en los gastos que no aportan -mucho
político, ayuntamientos, diputaciones, funcionariado mal entendido, cajas
politizadas- e invertir en infraestructuras útiles y de futuro. Un difícil
equilibrio mientras adelgaza el dinosaurio administrativo que han creado. Está
claro que esto no ha sido una crisis sino una estafa, que en esta partida el
primo es el ciudadano. Al Naranjito de a pie, que somos la mayoría, nos ha
exprimido tanto que ya no sale zumo. Y ahora dice Mariano que va a acelerar…
¡Se creerá que está en un sprint del Tour de Francia!. A éste lo mismo se le
sale la rueda de la bicicleta.
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