Sueldos en órbita

En Francia han puesto el grito en el cielo del estadio en vez del balón. El coste y el sueldo del fichaje que pagará el PSG por Zlatan Ibrahimovic no son precisamente de mercadillo gitano. El club parisino ha pagado 20 millones de euros por el traspaso, una cantidad que no se acerca a las cifras disparatadas de estos últimos años locos, pero que en estos tiempos de primas de riesgo es más que considerable. Aunque lo que de verdad ha irritado al pueblo francés y caldeado sus ánimos es el sueldo del delantero sueco, 14 millones de euros netos al año, 1.000 veces el salario mínimo en Francia. Ibrahimovic  tendrá una nómina más alta que la de Messi y Cristiano Ronaldo, aunque seguro que no rebasará sus ingresos por publicidad.

En Francia, hasta el Ministro de Deportes ha pedido que se establezca un techo salarial para evitar el pago de sumas irracionales en esta época de más crack bursátil que deportivo. Los clubes galos acumulan un déficit que supera los 1.000 millones, nada comparado con España. Mientras que en el país de los guiñoles diabólicos ponen cordura, en nuestra casa jaleamos el posible fichaje de Modric o de la estrellita de turno. La afición pide siempre fichajes como si fuera la turba que jaleaba a Barrabás. Da igual que la entidad esté en concurso de acreedores o que le deba dinero al proveedor de papel higiénico. A Ibrahimovic le va a tocar pagar el nuevo impuesto para ricos francés. Aquí se hicieron leyes hasta para fichar extranjeros y que sus salarios netos no se dispararan. Tenemos la ley más estilosa del mundo, la ley Beckham. Siempre con ese miedo a que el rico, o la SICAV, se marche…. Pues que se vaya a tomar por… Bankia pagó el traspaso de Cristiano Ronaldo, aunque el portugués anuncie el Espíritu Santo. Gracias a los créditos de esas cajas politizadas se podían fichar aquí y allá apuntando las cantidades en un caldero de agua.


Recuerdo una anécdota que me contaba el otro día un amigo, sin revelar nada diré que en los viajes oficiales, para nimiedades, esas comisiones de comisiones de un asunto menor, pero que se celebran en el extranjero, la delegación española viajaba con seis u ocho representantes. La alemana, con uno. Nuestros representantes se alojaban en el mejor hotel de la ciudad, el germano en un 3 estrellas apañadito. Los nuestros salían de copas hasta las tantas y más de uno se quedaba dormido sin asistir a la reunión, el centroeuropeo alucinaba. Spain is diferent, pero de esas diferencia se cansa el resto. No es que los mercados sean muy malos y no nos presten, es que no sé cómo nos dejaban dinero ante este despropósito. Lo que ocurre en nuestro fútbol refleja también todo este descontrol sin medida. Clubes endeudados, robos, corrupción, agujeros negros de dinero, deudas con el estado… y victorias ante clubes europeos indignados. Dentro de poco tiempo entraremos en una época oscura, sin triunfos y muchas refundaciones.

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