El curioso caso de Luther Blisset

Quizá el nombre de Luther Blisset impreso en una camiseta no les suene de nada, pero el asunto tiene su coña. Este futbolista británico protagonizó uno de los casos más graciosos y sorprendentes de la extraña relación que mantienen la cultura y el fútbol.


Blisset era un delantero de origen jamaicano que jugaba en la Primera inglesa en los años 80. Su historia es bastante disparatada y alcanzó, una vez retirado, una fama totalmente ajena a sus méritos futbolísticos, que tampoco son como para menospreciarle. Luther Blisset fue el primer jugador negro que marcó un gol con la selección inglesa. Además, lo hizo a lo grande, ya que no se limitó a marcar un tanto sino que materializó tres, firmando un hat-trick en el 82 ante la modesta Luxemburgo. Inglaterra ganó 9-0. Blisset jugaba en el Watford, un club que se hizo famoso porque era propiedad del cantante Elton John. El artista era un seguidor desde niño del club londinense y lo salvó de la ruina en un par de ocasiones.

Blisset es una leyenda del Watford con el que disputó 415 partidos y anotó 158 goles en las trece temporadas en las que vistió los colores de los hornets. Sus buenos registros motivaron que el Milan le fichara en la temporada 83-84. En el Norte de Italia nunca se adaptó. Su espíritu, un poco Radio Malibú, indignó a una parte de la afición rossonera más radical, encima de ideología de extrema derecha y racista. El Milan terminó octavo, en una temporada horrorosa. El jamaicano-inglés marcó cinco goles y regresó a su añorado Watford. En cada partido en Milán, Blisset era silbado e insultado por su propia afición. Allí se le recuerda siempre como uno de los peores fichajes de la historia del club.


Lo sorprendente de la historia es que años después, en 1994, un grupo de cuatro creadores italianos adoptó el nombre de Luther Blisset como un seudónimo colectivo para firmar ensayos sobre arte y comunicación e iniciar lo que llamaron 'guerrilla mediática'. Su novela 'Q' llegó a vender medio millón de ejemplares. Además, el grupo estableció la libertad de uso para el mismo seudónimo por lo que cualquiera puede ser hoy Luther Blisset, firmando sus creaciones o acciones de desinformación bajo ese nombre y así se ha seguido haciendo. En 2007 se filtró en internet un final falso de la saga Harry Potter, entonces aún inconclusa, firmada con el nombre del que fuera internacional inglés ya convertido en un símbolo de la contracultura.

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