Novela negra



Ciudad pequeña, infierno grande. Rascacielos y cloacas. Un poco de fútbol y muchos euros. Comisiones sin declarar, estafas internacionales, putas, abogados corruptos y también alguno bueno, idealistas e hijos de puta, políticos pasmados, delincuentes con corbata y sin ella, guardaespaldas boxeadores, informadores a sueldo, policías sin porra, sociedades fantasma, bancos suizos, caballos de carreras en Bahreim y sobre todo, mucha cocaína.

Rubias tontas y alguna listilla, jueces lentos, seminaristas salidos, gurús, ayatolas, periodistas tibios y un profeta en el desierto de las Juntas generales de accionistas.

Descensos, Copas del Rey y de las otras, asaltos al palco, sillas voladoras y animar sin camiseta a rayas verdiblancas. Y sobre todo, más cocaína y unas botellas de Vega Sicilia.

Escuchas ilegales, compra de partidos, mentiras parlamentarias, tertulias de radio, lluvia dorada de querellas, imputados sin paseíllo, matones a sueldo y delanteros sin él.

De Ámsterdam a Santander por toda la orilla, escala en Brasil. Tangas y récord de ostras, vocales de la federación, sectas del puro todo incluido, tarjetas sin límite, cochazos sin multas, especuladores prestamistas, tirar a puerta y de chequera, cañones, escopetas, dalles y cuchillos. Los tiros, de los otros.

Más lenta será la caída, banquillos de fútbol y de acusados, titulares y breves, marcas y ases, jungla de los listos, animales encerrados en Cabárceno, directores de Correos y panes de Cóbreces con una lima dentro. Caras y espaldas, vengo a traer en Audi para llevarme el oro. Almas marineras condenadas. Y lo peor, la vaca Tula en la cuadra.

Cien primaveras y una sola, pero que costó un millón. Alí y Vavá, el del Atlético. Chorizos en el cocido, sopa de bukake, fumigar El Sardinero, garrapatas de sillón.

Una buena novela negra empieza siempre con un cadáver. Espero que aquí no termine con el Racing muerto.

1 comentario:

  1. Muy bueno. Ha faltado un poco de viagra. Un saludo Fran.

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